“Vamos al encuentro del hermano, confiando en Cristo”
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- Publicado: Viernes, 08 Marzo 2019 15:04
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CONCLUSIONES DE LA XXXVI ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL
META PASTORAL 2019 -2021
Para diciembre del 2021, el Pueblo de Dios de la Diócesis de Chimbote, en el marco del camino evangelizador hacia la celebración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país, desde los valores del encuentro-confianza, fraternidad e Iglesia comunión ha liberado las fuerzas grupales, donde se ve el rol protagónico de los laicos, gestores de los Grupos de Amistad Cristiana en las zonas pastorales de su parroquia, tanto de la ciudad como del campo, en comunión con sus pastores.
Por: Mons. Ángel Francisco Simón Piorno
1. Al presentar las conclusiones de la XXXVI Asamblea Diocesana de Pastoral, brota de mi corazón la expresión de acción de gracias a Dios, que está siempre en el origen y en la meta de nuestros caminos y proyectos.
Como obispo y pastor de esta Iglesia de Chimbote, con las palabras de san Pablo a los fieles cristianos de Tesalónica, me dirijo a todos ustedes, hermanos de la ciudad y del campo: “En todo momento damos gracias a Dios por todos ustedes y les tenemos presentes en nuestras oraciones, pues sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de su fe, el esfuerzo de su amor y la firmeza de su esperanza en Jesucristo nuestro Señor” (1 Tes 1, 2-3).
2. CAMINO RECORRIDO. Nuestra Iglesia particular de Chimbote, en fidelidad a Jesucristo y en respuesta a las necesidades pastorales de nuestra Diócesis, ha venido recorriendo desde hace años un largo camino de trabajo pastoral orgánico, para realizar la misión evangelizadora al servicio de nuestro pueblo.
La acción pastoral de la Iglesia incide en la realidad concreta –somos la Iglesia del Verbo Encarnado–, hay otros acontecimientos que, necesariamente, no hemos dejado de lado: el incremento de la pobreza con sus lastimosas secuelas, la creciente inseguridad, violencia contra la mujer e impunidad, y el fenómeno de la migración que tanto afecta a las familias, a la cultura y a la fe de los peruanos. Todo esto como fruto del deterioro moral y de la corrupción generalizada propiciada, por tantos años, desde lo alto del poder. Los cristianos, debemos fecundar con la esperanza que nos da el Resucitado y transformar con el amor y el perdón que brotan de la Cruz. Por otra parte, aquí en Chimbote, el cambio de algunas autoridades ha despertado en muchos una leve esperanza de mejorar, aunque los repetidos tropiezos generan desencanto y ensombrecen el difícil camino de la democracia.
3. Un Plan en clave de conversión pastoral y misionera. Nuestro Plan está en sintonía y comunión con el momento que vive el mundo y la Iglesia, guiada por el Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, el Papa Francisco.
El Papa Francisco manifiesta expresamente en la exhortación apostólica Evangelii gaudium N° 25, “que hoy los documentos no despiertan el mismo interés que en otras épocas, y son rápidamente olvidados”, espera, precisamente por el carácter «programático» de esta Exhortación apostólica, “que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una simple “administración”.
El Concilio Vaticano II presentó la conversión eclesial como la apertura a una permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo: “Toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad a su vocación […] Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad” (Vaticano II, Decreto sobre el Ecumenismo, Unitatis redintegratio, 6).
“Hay estructuras eclesiales que pueden llegar a condicionar un dinamismo evangelizador; igualmente las buenas estructuras sirven cuando hay vida que las anima, las sostiene y las juzga. Sin vida nueva y auténtico espíritu evangelizador, sin “fidelidad de la Iglesia a la propia vocación”, cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo” (Francisco, Exhortación apostólica, Evangelii gaudium, 26).
4. La Iglesia Diocesana al servicio de la evangelización de nuestro pueblo. Nuestra Iglesia particular de Chimbote anuncia la Palabra de Dios, celebra los misterios de la fe y vive el testimonio de la caridad, en comunión, con signos de esperanza y solidaridad. La transformación misionera de la Iglesia es respuesta al mandato de Jesucristo: “Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15; cfr. Mt 28, 19).
El Papa, san Pablo VI, en su Exhortación apostólica, Evangelii nuntiandi N° 14, afirma que “la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia […] Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar”
Ahora el Papa Francisco nos vuelve a insistir con especial fuerza y con sus gestos proféticos en la “conversión pastoral”. Con palabras apremiantes nos exhorta a inaugurar “una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría” (Evangelii gaudium, 1).
5. Un trabajo en comunión y con participación de todos. Para poner en marcha el Plan Diocesano de Pastoral necesitamos una espiritualidad de comunión, en la línea señalada por san Juan Pablo II: “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo […] Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano, donde se educan los ministros del altar, las personas consagradas y los agentes pastorales, donde se construyen las familias y las comunidades […] No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento” (Juan Pablo II, Carta apostólica, Novo Millennio Ineunte, 43).
No hay duda de que la participación de todos en la aplicación del Plan Diocesano de Pastoral contribuirá a que nuestra Iglesia Diocesana de Chimbote y todas las realidades eclesiales se conviertan más y más en casa y escuela de comunión.
6. Una Iglesia Diocesana de “puertas abiertas” y en salida. El Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium y en su constante magisterio y gestos está insistiendo en edificar una Iglesia de “puertas abiertas”, acogedora. “Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar esta llamada: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 29).
7. Bajo el signo de la esperanza. Vivamos el próximo trienio 2019-2021 con esperanza en Dios, en fidelidad al Señor y bajo la acción del Espíritu Santo. No estamos solos ni caminamos solos. El Señor nos acompaña en el camino como a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 15).
La esperanza es el secreto de la vida cristiana y el hálito absolutamente necesario para la misión de la Iglesia y, en especial, para la evangelización. “Ojalá que el mundo pueda percibir la Buena Nueva no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes y ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido la alegría de Cristo” (Pablo VI, Exhortación apostólica, Evangelii Nuntiandi, 79).
8. Por eso hemos considerado necesario retomar el Proyecto de Pastoral de Conjunto en su PRIMERA ETAPA para trabajarlo en el trienio 2019-2021, camino hacia el Bicentenario de la Independencia de nuestro país, que ahora presento con alegría y esperanza a todo el pueblo de Dios, que peregrina en nuestra querida Diócesis de Chimbote.
Es el fruto de un proceso de oración, reflexión y diálogo en las parroquias, decanatos, delegaciones diocesanas, y movimientos laicales, comunidades religiosas. Ha sido un camino comunitario y de sinodalidad, caminando juntos. A todos les expreso mi sincera gratitud.
9. Para vivir este trienio pastoral, 2019-2021, hemos visto necesario impulsar la I ETAPA del Proyecto de Pastoral de Conjunto con su META:
Para diciembre del 2021, el Pueblo de Dios de la Diócesis de Chimbote, en el marco del camino evangelizador hacia la celebración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país, desde los valores del encuentro-confianza, fraternidad e Iglesia comunión ha liberado las fuerzas grupales, donde se ve el rol protagónico de los laicos, gestores de los Grupos de Amistad Cristiana en las zonas pastorales de su parroquia, tanto de la ciudad como del campo, en comunión con sus pastores.
10. Este año estará marcado por la PRIMERA FASE de la primera etapa, lo cual impulsaremos los valores del encuentro – confianza con el deseo de alcanzar el siguiente OBJETIVO:
Fortalecer lazos de encuentro, amistad y confianza, entre todas las familias de las zonas, parroquias y decanatos del pueblo de Dios de la Diócesis de Chimbote, en este año 2019.
LEMA: “Vamos al encuentro del hermano, confiando en Cristo”
GESTO: Fortalecer la acogida y la despedida en nuestras celebraciones litúrgicas y comunitarias.
11. EN EL PRIMER NIVEL PASTORAL: PASTORAL COMUNITARIA: Este año tendremos 2 acciones significativas diocesanas:
a. Primera acción significativa: Con Pedro pescador, cuidamos la creación. Domingo 2 de junio.
b. Segunda acción significativa: Jóvenes valientes, al encuentro con Cristo hermano. Sábado 7 de setiembre.
12. EN EL SEGUNDO NIVEL PASTORAL: PASTORALSECTORIAL
El documento de la constitución de la curia pastoral nos hace recordar que “cada delegación en sintonía con el Proyecto de Pastoral de Conjunto, en nuestro caso el PRD, debe fijar objetivos y acciones, dando cuenta de lo programado y actuado al obispo, y que participa de su quehacer pastoral, (art. 6). Un plan solo es eficiente si cada comunidad cristiana, cada parroquia, cada comunidad educativa de la Diócesis y Acción Conjunta, cada comunidad de vida consagrada, cada asociación, o movimiento y cada pequeña comunidad se insertan activamente en la pastoral orgánica de cada Diócesis. (DA 365).
13. TERCER NIVEL PASTORAL: SERVICIOS PASTORALES
Aparecida insiste que “la catequesis no puede reducirse a una formación meramente doctrinal, sino que tiene que ser una verdadera introducción a la vivencia del misterio cristiano y al compromiso social y eclesial” (DA 299), por ende, se exhorta a las comunidades parroquiales, decanales de la Vicaria del Campo y de la Ciudad a revisar el directorio diocesano para los sacramentos.
14. CUARTO NIVELPASTORAL: PASTORAL MINISTERIAL
La propuesta de Aparecida presenta la formación como un proceso integral, kerigmático y permanente, mi preocupación como pastor ante la frágil formación de nuestros agentes de pastoral, exhorto a las parroquias y decanatos a poner en marcha la escuela de formación permanente en la ciudad y en el campo.
15. QUINTO NIVEL PASTORAL: ESTRUCTURAS
Este año pastoral en que retomamos la I ETAPA del Proyecto de Pastoral de Conjunto, debemos revitalizar las estructuras zonales, parroquiales, decanales y diocesana para lograr el ideal que tenemos como Iglesia local. El EDAP, a través de los talleres, profundizará los contenidos elementales del Proyecto de Pastoral de Conjunto; así ayudara a fortalecer y dinamizar nuestras estructuras, principalmente las zonas.
16. Con la intercesión de san Pedro y el amor maternal de la Virgen María, ponemos el trabajo y los frutos de esta Planificación Pastoral Diocesana bajo la protección de san Pedro Apóstol y nuestra Madre la Virgen del Carmen, como signos de su presencia, para que sean faros y guías en esta PRIMERA ETAPA evangelizadora de nuestra Iglesia Diocesana de Chimbote.
Chimbote, 11 de enero de 2019